Lo interesante de cualquier lugar es que no admiremos únicamente su pasado, nos debe atraer su presente para que de este modo tenga futuro.

Así, una calurosa tarde de septiembre, justo cuando se celebraban las fiestas en honor de la Virgen de Jerusalén, descubrí nuevos proyectos que se gestaban en Artajona para explotar su pasado histórico y para desarrollar su presente, el del siglo XXI que nos toca vivir. Fue de la mano de Marisa Iturbide y de su marido, Javier Salvat, en su casa familiar Casa Iriarte. Casa antigua, acogedora, con el encanto y la paz que transmiten los lugares que están hechos para vivir y durar, alejados de modas y prisas.

Tras una larga trayectoria profesional en Barcelona ayudando a las marcas a realizar sus proyectos estratégicos de comunicación, cuando otras personas estarían pensando en disfrutar de una jubilación merecida, Marisa y Javier se han embarcado en un proyecto muy personal: dar vida a la casa familiar de Artajona (Casa Iriarte) para convertirla en un espacio de encuentro, reflexión y aprendizaje entre las personas. Un lugar donde las personas puedan acudir en sus días de ocio para poner en orden sus ideas sobre su vida personal o profesional, donde puedan charlar con otras personas y, mutuamente, ampliar y enriquecer sus puntos de vista, un espacio en el que Marisa y Javier ejercerán su amplia experiencia en formación para ayudarles a alcanzar las metas que se hayan propuesto. Para describir todos estos objetivos ellos, expertos en marketingy comunicación, utilizan otras palabras: Coliving, Colearning, Coleading. Vivimos nuevos tiempos y muchas personas necesitan un lugar de recogimiento amable para desarrollar su potencial. Una forma diferente de viajar, más pensada en dar protagonismo a las personas, en el contacto humano, en la línea que propone Viajero Ilustrado, que en el turismo convencional.

Pero este no es el único proyecto en el que trabajan Marisa y Javier. A sus oídos llegó la existencia del Camino de la Vera Cruz, una peregrinación que recorre España desde Roncesvalles hasta Caravaca de la Cruz (Murcia) y que pasa por Artajona. En la Edad Media los peregrinos se dirigían a Caravaca para adorar la santa reliquia, Lignum Crucis, un trozo de la cruz en la que murió crucificado Jesucristo. El camino ya está señalizado para recorrerlo, existiendo un pasaporte de peregrino que se puede comprar en internet a la empresa que ha señalizado el camino, Natursport.

Para los navarros no es una ruta muy conocida. Seguro que otro tanto pasará con los miles de peregrinos extranjeros que vienen a España. Por eso se hace necesario trabajar para difundir un camino de casi 900 kilómetros, que transcurre por Navarra, Aragón, Comunidad Valenciana, Castilla la Mancha y Murcia, que ayudaría a dar más vida a muchas poblaciones de la España interior.

En Navarra, el Camino de la Vera Cruz comparte el trazado con el Camino de Santiago entre Roncesvalles y Puente la Reina. A partir de Puente la Reina comienza su propio itinerario, pasando por Mendigorría, Artajona, Marcilla, Villafranca, Castejón, Tudela, Cascante y Tulebras. Otras poblaciones interesantes por las que pasa el camino, algunas bien conocidas, otras no tanto, son: Tarazona, Calatayud, Daroca, Calamocha, Teruel, Libros, Ademuz, Venta del Moro, Alcalá de Júcar y  Jumilla. La descripción de todas las poblaciones y el itinerario que se sigue paso a paso se detalla en el siguiente documentoEl Camino de la Vera Cruz. La Península Ibérica de Roncesvalles a Caravaca de la Cruz

Proyectos interesantes y de largo recorrido ambos dos, Casa Iriarte y Camino de la Vera Cruz, de los cuales, estoy convencida, tendré ocasión de escribir con más novedades.

Idoia Arteta. Fundadora de Viajero Ilustrado