¡Oh, las noches son hermosas en el bosque! Las ramas se retuercen y el viento chilla como un gran pájaro entre los árboles. La luna no puede brillar en el bosque, y tampoco las estrellas: forma parte del encantamiento, como has advertido. Sí, con frecuencia recorro el bosque por la noche. «
En busca del rey» (1950), Gore Vidal





