¿Cómo definir Casa Iriarte? Me imagino en la cuna del amor como cuando era niño; veo la historia atravesando los muros con la sabiduría de los abuelos, siento también, el origen del amor que se respira. Ese amor que Marisa a manos llenas y desinteresadamente riega por el jardín de sus sueños. Ese amor que arde en el frío y acoge en la soledad; ese amor que solo proviene de quien ha vivido dentro de los muros de una casa que no se derrumba.

¿Cómo definir cuando estás en casa? Me imagino en la mesa con un plato de verdades espolvoreadas de poemas, que de empacho, ¡me convertirían en colibrí! Abriendo las ventanas al ruido de los árboles suspirando los secretos que durante siglos han querido escapar inmiscuidos entre el viento, el olor a olivos y lentos atardeceres. Así veo mis días en Casa Iriarte, con la vida lejos del bullicio y las cicatrices de la ciudad. Entre amigos que se vuelven parientes porque las arenas del tiempo se nos van entre los dedos, pero no esos ratos de risa.

Así, así y así veo mis días en Casa Iriarte, tal vez un poco como decía Sabina: Se aconseja vivir a pierna suelta… y jugar por jugar sin tener que morir o matar, y vivir al revés que bailar es soñar con los pies…

Enrique Von Quin. Los Angeles

Casa Iriarte Workshops. Historia, literatura, imagen, guión y acción