Lo que sorprende de Casa Iriarte son sus propietarios, Marisa y Javier, que por su simpatía y amabilidad se transforma la relación en amistad. Ellos te hacen sentir la sensación como que estuvieras en tu casa – por cierto maravillosa, confortable y con un amplio y precioso jardín. En el pueblo y sus alrededores se respira paz, tranquilidad y, sobre todo, mucha historia de diferentes épocas, que acaba impregnando el cuerpo y el espíritu. Muy recomendable por la elegancia y magnifica construcc… Leer más
Casa Iriarte se convirtió durante unos días en una encrucijada de caminos. Un fin de semana de conversaciones, experiencias compartidas y una total disponibilidad de todas las participantes para ayudarse en el proyecto individual de cada una de ellas y pensando en la posibilidad de crear alguno en común. Desconectadas del día a día y con las mentes sosegadas, fluyeron ideas, propuestas y críticas. Su fortaleza se puso patente, entre otras cosas, en la absoluta entrega hacia las demás y en… Leer más
Estuvimos en un ambiente muy relajado; eso es por vuestra culpa. Once mujeres llenas de ideas, pero todas con los pies en el suelo – no entiendo como no gobernamos el mundo. Y que hay que perseguir los sueños. Lo que no me gustó fue que a esas horas no se terminase con una buena comida.
Mariví Jimeno. Artajona. Navarra
El umbral de una casona es el paso ideal para iniciar un viaje en el tiempo, no es un secreto. Pero a su vez bajo el dintel se te otorga, si lo sabes percibir, el poder de detenerlo.
El portón de Casa Iriarte te traslada a una época en la que los olivos eran amos y señores y los hombres obtenían el oro de su preciado fruto. Un tiempo en el que las gruesas paredes y los abovedados techos guardaban la vida del paso de los días, donde los libros comenzaban a envejecer para hacerse más valio… Leer más
Vengo dándome cuenta desde hace un tiempo que ante la velocidad, agresividad y competitividad de la sociedad que me rodea, cogí un carro equivocado, el de los ansiolíticos. Así que un día aciago de esta primavera se me ocurrió relajar mi mente y trasladarla al rincón de una terraza en un chalet construido en un antiguo volcán a 100 metros de una preciosa bahía del mediterráneo. La relajación fue tal, que me vi pacificada conmigo y con el mundo.
Este verano tuve la oportunidad de pasar unos dí… Leer más
J’ai été invité par Marisa et Javier, à passer plusieurs jours dans leur maison à Artajona et ce fut une merveilleuse expérience. Chaque pierre de cette très ancienne maison pourrait nous raconter une histoire et l’endroit est empreint de calme et de sérénité. C’est un endroit idéal pour venir faire une parenthèse, relaxer, méditer, travailler, discuter et échanger. Tout semble possible et rien n’est obligatoire, libre à chacun de participer à la vie de la maison autour d… Leer más
Me sentí comodísima desde el minuto uno. Aportación: lo que ya sabemos todas, pero que de vez en cuando conviene recordarnos a nosotras mismas: que si queremos, podemos y que no somos únicamente motores de nuestros hogares (que también); si nos lo proponemos, somos máquinas que mueven muchos engranajes.
Coro González. Artajona. Navarra
Me sentí ya no sólo cómoda, sino especial por haber sido «elegida» para participar en un encuentro de luchadoras, creadoras, artistas, soñadoras, locas y por encima de todo, ¡mujeres! Y como parte de lo que dijo William Golding: «Si le das una sonrisa, te dará su corazón. Engrandece y multiplica cualquier cosa que le des.»
Con esa sensación salí, con la de haber abierto y recibido corazones y tener la sensación de haber empezado algo grande e interesante.
Isabel Arrula. Artajona
Me sentí muy a gusto. Fue un placer. Deberíamos juntarnos más a menudo en un ambiente relajado, distendido… para hablar. Siempre corriendo. Haces un parón, te relajas, hablas; viene muy bien. Se me pasó la mañana en un pis pas. Escuchar a gente que no conoces pero con la que compartes, no ideas, gustos, ni opiniones (o sí, quién sabe) sino inquietudes, ganas de hacer cosas… ¿Qué aprendí? Que cuando vas con ganas de hablar, escuchar, compartir, puedes hacerlo. Aunque quizás ayude el femenino.
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Este encuentro me aportó energía y me resultó enriquecedor. Conocer grandes mujeres siempre te enseña cosas. En este caso, a creer que los sueños se pueden hacer realidad y que el trabajo te puede hacer crecer y llegar a donde tú quieras ir. Las sinergias entre mujeres son capaces de mover el mundo. Para mí fue una oportunidad de salir de mi visión social/voluntaria para conocer otros caminos. También me supuso un «respiro» necesario para salir de mis rutinas y conocer otras realidades.
Elena V… Leer más
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